Marina Di Giácomo, una entrenadora con futuro

Marina Di Giácomo, una entrenadora con futuro

La ex Leona Marina Di Giácomo debutó como directora técnica al iniciar la primera rueda del torneo Apertura de hockey sobre césped, conduciendo al elenco de Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Pasaron nueve fechas y su trabajo está dando frutos.

Junto al profe Martín Rivero, su ayudante Alberto Elizondo y Daniel Castro (entrenador de arqueras), ella intenta transmitirle al equipo sanjuanino toda su experiencia. En este deporte de alto rendimiento, Marina intenta sacarle a sus chicas lo mejor de ellas.

Aplicando lo aprendido en la era  de “Cachito” Vigil con la Selección Nacional (2003 y 2004) y de Beth Anders, su técnica durante su estadía en el Old Dominion University (donde jugó cuatro años), principalmente, la destacada jugadora polifuncional habló de su nueva función, la que más le apasiona.

“Me encontré con un plantel desarmado, con jugadoras que habían dejado, otras que emigraron y dos lesionadas; y sin una estructura directiva. En este proceso logramos recuperar a las lesionadas, regresaron jugadoras, y diría que desde hace dos semanas tengo al equipo casi completo. Estoy entusiasmada porque hay mucha energía en este equipo, mucha gente que quiere ver a la ‘U’ crecer, así que hemos convocado a padres y dirigentes para que se sumen. Tenemos un jefe de equipo y delegados. Así que estamos armando un equipo lindo de a poco”, confió la flamante DT.

-¿Qué cambios has hecho?

-Desde que las agarré venimos trabajando con ellas en la parte de defensa; era la falencia. La defensa es disciplina pura y nos faltaba mucho eso. Ellas estaban acostumbradas a jugar con línea de cuatro y a mí no me gusta. Yo prefiero el trabajo más ofensivo y me encanta jugar sin posiciones, que ellas tengan lectura de juego y se ubiquen según la situación del partido.

-Más o menos como jugabas vos…

-Exacto, siempre me gustó el desorden (risas), y las sorpresas. Creo que si un equipo no puede leerte no tiene forma de marcarte.

-La UNSJ se está destacando por su juego de pases largos. ¿Es obra tuya?

-Lo están incorporando ahora. Cuando comencé a dirigirlas venían con un juego viejo, que es pelotazos que atraviesan defensa, mediocampo, y la bocha iba derecho a la delantera. Lo que intento ahora es que utilicen la habilidad (que es mucha) para un juego chico, un juego largo, y siempre con el soporte y pases entre jugadoras. Es un equipo que busca el juego colectivo pero nos falta pulir la precisión en las técnicas.

-Te vimos con pizarra. ¿Sos estratega?

-Sí, bastante, a pesar de que no es mi fuerte. Es importante que ellas sepan contra quién se están enfrentando y qué características tienen, para que llegado el momento sepamos reaccionar y levantar. O como contra Andino, un equipo ordenado al que se buscó desordenar y que no pueda jugar.

-¿Entonces te tomás tiempo para pensar sobre el rival?

-Pregunto sobre las características pero no me gusta darles información a las chicas para que no pierdan la concentración, no se preocupen y no se olviden de su juego. Pero sí les largo dos o tres pautas para luego formular los bloqueos.

-¿Cómo te sentís en tu nueva era de Directora Técnica?

-Me encanta. Es mi pasión. Es lo que quise hacer siempre. Tenía la idea de hacer algo más formativo, en un nivel inicial y digamos que indirectamente se está haciendo. La mayoría de mis jugadoras son entrenadoras de inferiores. Y soy muy metodológica para explicar. A las chicas les estoy enseñando cómo enseñar, con práctica y consignas claras, para que el mensaje les llegue claro a las más chiquitas. La vocación de enseñar la llevo adentro pero con el hockey, porque he enseñado inglés y no tengo la misma pasión ni me desvelo como me pasa con este deporte.

-¿Te desvelás pensando en jugadas y rivales?

-Todo el tiempo estoy pensando en las jugadoras, en cómo enfrentar al otro equipo. Pero así era como jugadora también. Me imaginaba los movimientos y las jugadas.

-¿Cómo es para Di Giácomo el día previo a un partido?

-Es una ensalada de frutas, porque ¡en esta “U” hay tanto talento! Ellas están jugando a un 50 por ciento de lo que pueden dar. De ahí que pienso y disfruto saber el material con el que cuento para llevar adelante este equipo.

-¿Te entusiasmás?

-Me tiembla todo cuando pienso lo que ellas podrían hacer. Lo que tengo que descubrir es cómo hacer para ubicarlas en una posición que rindan al más alto nivel. Por eso trabajamos en la parte física, con el gimnasio, algo que no lo tenían como constancia y puede ser determinante para jugar una final y para que no se lesionen. Hay cierto nivel de exigencia.

-¿Les trajiste lo que conocés del alto rendimiento?

-Una mezcla. Tengo de “Cachito” Vigil, que aprendí muchísimo, y de Beth Anders. Mis cursos fueron los cuatro años que estuve con Vigil (risas). Por ahí me encuentro que doy indicaciones de cosas que las tenía muy guardadas y no sabía que las tenía incorporadas. Siempre cuento que yo fui delantera y volante, pero mi ticket a Atenas 2004 fue el de defensora, aplicando la metodología y técnicas de Beth, porque no tenía idea cómo jugar en defensa.

Y cuando “Cachito” me dijo metete de marcador derecho, ¡en mi vida había jugado ahí. ¿Qué hago?! Y me acordé de algunas cosas básicas: el triangulito, lo de las bochitas, lo que le enseñaba a las chicas, y me posicioné. No tengo la verdad, no es el juego actual, pero tengo mucho para ofrecerles a mis jugadoras, que son las que me dan el campo para hacer lo que me gusta.

-¿Te instruís?

-Todo el tiempo, con videos. Veo y genero ejercicios.

-Y la última, ¿qué es el hockey césped para vos?

-Pasión y amor.

Fuente: Analía Cuccia Baidal para Los Andes

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