Paz Biondi: «Resiliencia»

Paz Biondi: «Resiliencia»

Resiliencia

Uno nunca esta preparado para perder. No nos enseñan eso. Trabajamos incansablemente todos los días para ganar en algo. Nos asusta saber que podemos ser parte de esa palabra. Nos frustra de antemano porque entrenamos para que eso no nos pase. Porque dedicamos el tiempo que no tenemos en mejorar y sin embargo pasa. No hay nada que nos asegure el éxito. Yo podría llenarte de frases motivadoras que no servirían de mucho después que se te rompe un sueño porque en ese momento no pensas en como seguir. Solo te dedicas a reprocharte errores. Sos un nene con su pala en un arenero buscando lo que perdió y bajarte de esa nube sería injusto. Uno no aprende si no se golpea y hay que dejar que suceda. Dejar que sigas cavando. Que sigas con tu enojo en proceso hasta asumir que no importa cuanto busques lo que se fue si no entendes que primero se me empieza por vos. Que todo esta ahí. Que lo tenes. Que quizás no te diste cuenta pero sos la pieza de tu propio rompecabezas y armarte puede llevarte mas de lo que vos crees.

Todos los días aprendemos algo nuevo o al menos así debería ser y cada caída también debería dejarnos algo. No sólo el raspón. No sólo el sabor amargo. Algo más. Un truco. Una salida. Un escalón. Algo que nos haga armarnos otra vez. Algo en lo que podamos confiar. En lo que podamos unir los pedazos que encontramos en la arena y volver a pensar que no está mal el camino. Que no es mala la decisión. Que solo es una piedra y que pueden venir más pero que eso, ese volantazo de antemano no nos desvíe del objetivo. No nos haga a un lado y nos deje lastimados porque no existe peor manera de perder que la que solo viene a dejarnos cascaritas y ni siquiera nos enseña a como sacarlas de ahí. Como volver a la normalidad. Ese es nuestro trabajo, lograr volver.

Perder es un conjunto de cosas nunca positivas hasta un determinado momento. Sí, hasta un determinado momento. Porque si te obligo ahora a que pienses en alguna parte en que la pasaste realmente mal. Que cierres los ojos y traigas ese recuerdo. No va a venir sólo. Va a traer con el todos los modos con los que lograste salir de ahí y así con ese simple ejercicio vas a notar tu crecimiento interior. Entonces perder si tiene algo positivo porque aprendemos a encontrarnos. A que todo pasa. A que hay que respirar y buscar. Constantemente. Curarnos y seguir intentando.

Obliguemos a la perdida a sentirse inferior. Mostrémosle que es sólo parte del proceso. Que es un detalle que no hay que subestimar pero sí afrontar.

No es fácil querer algo. Siempre de algún modo duele. Y nos hace ver como un cajón descarrilado que está ahí pero roto. Salido de su eje. Y que solo falta un poco de nosotros para volver a ser los mismos. Empezar por acomodarnos para después seguir luchando.

Perder debería enseñarse como una manera de construir un nuevo “vos”. Y nada malo puede salir de eso.

Quien no necesitó alguna vez empezar de nuevo nunca entendió como se disfruta el ser capaces de seguir queriendo.

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