¿Y si dejamos de respetar a Buenos Aires?

¿Y si dejamos de respetar a Buenos Aires?

Por Christian Sosa

Acaba de pasar una nueva edición del Argentino de Selecciones Sub 18 y los equipos mendocinos lograron dos segundos puestos que para muchos es muy bueno y para otros, más de lo mismo.

El torneo que se jugó en Tucumán tuvo la particularidad de que ambas finales la protagonizaron Buenos Aires y Mendoza con triunfos para los equipos de Capital Federal. Para los varones fue el cuarto título consecutivo y las chicas volvieron a festejar luego de cuatro años, y que llegaban con un 5ª puesto en 2018.

Llegar al último partido y con chances de ser campeón siempre es bueno, pero la realidad del hockey local a nivel de selecciones es que volvió a tropezar con la misma piedra. La misma que los viene relegando (salvo el resultado del año pasado de las damas) a los segundos, terceros y cuartos puestos.

Ojo, que muchos desearían terminar algún certamen dentro de los cuarto mejores, pero para Mendoza son los mismos resultados y no muestra señales de mejoría.

La persona que tuvo la chance de estar en Tucumán o de ver las finales por streaming observó que no se le faltó el respeto al rival. Se jugó más a cuidarse de lo que podía hacer el de enfrente que de poder tomar el protagonismo en dos partidos que fueron calcados.

Hay que aclarar también que más allá del poderío que tienen los seleccionados de Buenos Aires en todas sus categoría, no son invencibles. Es cuestión de faltarles el respeto a nivel deportivo y no creerse inferiores a ninguno.

Los errores que se cometieron en cada partido sacaron a la luz que cada entrenador apuesta a todo con su planteo, no se salen de sus esquemas y tampoco logran  cambiar sobre la marcha viendo como se va desarrollando un partido.

También hay que decir que los jugadores o jugadoras no se salen de los que les dicen sus técnicos. Ninguno o ninguna se salió del libreto como para hacer algo diferente como para cambiar los destinos de ambas finales.

De afuera puede parece fácil analizar o criticar el rendimiento de un equipo a lo largo de un campeonato o de una final, pero yendo hacia atrás y observando como han sido los resultados finales, los seleccionados de Mendoza continúan sin dar el salto que calidad que se merecen. Porque jugadores hay y tiempo de trabajo sobra.

La falta de gol en el seleccionado femenino fue importante. Solo cuatro tantos en cinco partidos son muestras de que algo no anduvo bien a la hora de la definición.

Lo de los varones fue un poco mejor con diez tantos anotados, aunque los  máximos goleadores mendocino fueron Renzo Gómez y Facundo Arata con dos.

En resumen. Si miramos el vaso medio lleno, dos segundos puestos no dejan de ser importantes lo que para muchos sería un gran torneo. Pero el vaso medio vacío indica que Mendoza está uno o dos escalones por debajo de los actuales campeones y que no se animaron a moverle el piso al cuco que tiene el hockey argentino.

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