Por Christian Sosa / Fotos Andrés Arequipa
El 4 de diciembre de 2016 no será una fecha más para Priscila Jardel. Ese domingo, en cancha del club Manquehue de Santiago de Chile, el seleccionado femenino sub 21 argentino lograba su segundo título Mundial y con el, el primer gran logro para la jugadora mendocina.
La delantera de Los Tordos formó parte del plantel de las Leoncitas que, en la final, derrotaron a Holanda y se consagraron campeonas por segunda vez en la historia del hockey argentino en Junior.
Pasó un año de aquel gran logro del equipo que conducía Agustín Corradini y Minuto Hockey, junto a la Leoncita recordaron aquel momento que quedará grabado en la memoria de una de las jugadoras más destacadas que tiene el hockey mendocino y con gran proyección nacional.
Jardel habló de lo que significó formar parte de ese plantel, su posterior convocatoria a entrenar con Las Leonas, el ascenso de la Liga Nacional A con Los Tordos, su año con los seleccionados de Mendoza y su futuro inmediato.
El Mundial en sí
“Fue increíble. Estuvieron todos mis amigos, mi familia, gente que no va a verte a los partidos en Mendoza, estaba ahí y se sintió el apoyo. Teníamos el apoyo de toda la gente, terminaba cada partido y nos acercábamos a la tribuna a saludar a la gente. “Como no usábamos redes sociales durante el Mundial, no tuve tantos recuerdos y ya pasó un año. Todavía no lo puedo creer, nosotras fuimos a Chile convencidas de que íbamos a ser campeonas. En la semifinal con Australia, sabíamos que éramos superiores y fue justo el resultado. Con Holanda, en la final, nunca dudamos de que podíamos perder»
El proceso mundialista
“Fue un proceso largo que arrancó el 2015. Rescato el grupo que se armó. Las que se quedaron afuera de la lista nos apoyaron siempre. Cuando dieron la lista no lo podía creer. Las que quedamos no nos alegramos por estar, sino que nos pusimos tristes por la que iban a estar. No festejamos, fuimos a saludar a las que quedaron fuera. Fue una sensación rara.
La convocatoria a las Leonas
“Todavía no caído. Dos días después de volver de Chile dieron la lista. Me llega un mensaje de Julieta Jankunas que decía ‘felicitaciones Leona’. Yo dije ‘esta me está jodiendo por el Mundial’ y ahí me enteré que estaba en la lista de las Leonas. Las jugadoras del interior lo vivimos de una manera diferente porque siempre las hemos tenido lejos. En Buenos Aires no lo viven como nosotras. Yo, desde que tenía seis años, quería llegar a ser una Leona y con 21 años estar en ese plantel, es como que todavía no caigo. Nunca me imaginé que me iban a citar teniendo 21 años. Al principio es como que lo sufrí. Pero después me fui relajando y ya a mitad de año cambió mi forma de entrenar. Me pude soltar entrenando”
El año con los seleccionados de Mendoza
“En Salta con el seleccionado mayor tuvimos equipo para ser campeonas. Tumos el peor partido que fue en la final y no hicimos nada para merecer ganar. Pero siempre hay revancha y eso iba a ser con el Junior que me dolió en el alma porque era mi último torneo en esa división. Había equipo para ser campeonas, pero si no haces bien las cosas los primeros días, después es difícil que se hagan fáciles la semifinal. Fue un garrón porque no me quería despedir así del sub 21. El proceso lo disfrute un montón más allá del resultado. Pasan de ser compañeras a ser amigas”.
El ansiado ascenso con Los Tordos
“Hace unos días con algunas chicas lo hablamos y decíamos ‘che salimos de la Liga B’, nos sacamos la mufa. Este final de año es como que opacó lo que hicimos en ese Regional A. Lo bueno es que siempre mantenemos al club peleando torneos, tenemos mucho recambio. Ascendimos a la Liga A con un plantel con 19 años de promedio de edad. La Liga A es otra cosa, jugás con los mejores y lo encaramos de otra manera»
El apoyo de los padres
“Están siempre. Nunca me regalaron una Barbie, me regalaron una pelota de fútbol creo (risas). Yo empecé a jugar al tenis y mi papá era mi entrenador. Desde que me convocaron al seleccionado sub 14, siempre estuvieron. Cuando me quedé fuera de la lista de los Juegos Olímpicos de la Juventud ellos estuvieron ahí. Mi papá es como que lo presintió y viajó a Buenos Aires. Dieron la lista, me di vuelta y él estaba ahí. Para mi papá soy la mejor jugara del mundo y no le podés discutir. Mi mamá es todo lo contrario y a veces me da con un caño”.
Su futuro es en Buenos Aires
“Tengo decidido que me voy a vivir a Buenos Aires. Resta definir el tema del club porque no tengo idea a donde. He tenido charlas con algunos entrenadores de allá. No es tanto por el hecho de viajar todos los fines de semana. No quiero dejar de estudiar y quiero recibirme. Acá, en Mendoza empecé un año de kinesiología. Llevo dos años sin estudiar y si dejo que pase el tiempo cada vez me va a costar más retomar. El hockey hoy es prioridad, pero siento que tengo que seguir estudiando. Fue una decisión dura.
Algunas frases de la campeona del mundo
“En un entrenamiento vino Delfina Merino y me dijo ‘eh mágica’ que que te lo diga alguien que tiene más de 200 partidos internacionales es muy loco.
“El DT siempre recalca que los jugadores tienen que ir a jugar en sus clubes, seguir jugando en el interior. Pero cuesta adaptarse a entrenar al ritmo de Buenos Aires y venir acá jugar a otro ritmo”
“Si vos no te ponés una vara alta, no vas a mejorar y te conformas con lo poco que tenés. Es por eso que la gente conformista no llega a ningún lado”
“A mí me gusta entrenar. Al principio no nos dejaban entrenar con el sub 21 porque estábamos con el seleccionado mayor. Lo planteamos y nos dieron permiso de poder estar con ellas y entrenar con el equipo que íbamos a jugar”
“No es ninguna casualidad de que Murialdo haya sido el campeón anual, nos ganó el mejor equipo”.
“Con Murialdo fue mi último partido con Los Tordos. Vino Rocío, la arquera de ellas. y me abrazó dijo el año que viene habrá revancha, pero no, era el último y después me mandó un mensaje diciendo ‘te deseo lo mejor’
